La sabiduría estelar de la civilización COSMO SOLAR, asentada en el ombligo geográfico del planeta tierra; como cantera inagotable del saber humana y fuente vivificante del conjunto de las manifestaciones materiales y espirituales; desde hace 5,025 años ha permitido a nuestra ancestral nación del TAWA-INTI-SUYU y su linaje amáutica de la Sapiencia Inkaria: Dar un salto cualitativo en su evolución social, cultural y acontecer etno histórica. Su excelente conocimiento de ciencia estelar es indeleble que perduran vigorosos como las altas montañas y arde cual fogata inextinguible de los tiempos. En pro de reconocer y revalorar este luz cultural de nuestros ancestros, como aporte sustancial exigida por la historia; es decir, hay que tener moción de la vida y la naturaleza: Para dignificar y reivindicar nuestra IDENTIDAD, también es tiempo de engrandecer la parafernalia milenaria de nuestro pueblo, de paso, hay que vencer esa montaña de prejuicios acumulados durante siglos de dominación occidental y hoy continuados por sus descendientes criollos.
En defensa al derecho de su libertad y justicia, nuestro pueblo nunca renunció a su IDENTIDAD. Así, con valor inconmensurable batalló indesmallable y este espíritu indoblegable, hoy nos arenga, no bajar guardia en su gesta de etno nacionalismo. Por tanto, esta consigna de los tiempos es clara y tajante: Es tiempo de restituir el milenario TAWA-INTI-SUYU en su verdadero camino; re-levantar su bandera de redención etno nacional; hacer realce autológico de su encumbrado IDENTIDAD; unir a los guerreros en una sola línea de combate: Esta propuesta de solevante, significa el triunfo y garantía de supervivencia de nuestro pueblo: El ejemplo está en que: Cómo los lobos emboscan y atacan en grupo y las águilas matan cayendo en picada desde el cielo”. En estos 480 años del colonialismo Iberiano; la sistemática aculturación española, ha hecho que nuestra IDENTIDAD fuera desplazada, escondidos y sustituidos por el “mestizaje cultural” criollo.
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