MACHUPIJCHU: PUERTA INTER DIMINCIONAL DEL TIEMPO Y ESPACIO.

MACHUPIJCHU: PUERTA INTER DIMINCIONAL DEL TIEMPO Y ESPACIO.

Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi cahuide”

El Santuario Pétreo de MACHUPIJCHU se encuentra en la geografía estelar del Cusco. A partir del 21 de julio de 1960; una extraña fuerza se ha acentuado y que está causando el esbozo de energía cósmica a 120 km del Cusco. Ahora muchas inteligencias esotéricas y espirituales a plena luz del día hacen culto ritual con invocación mística, económica y enigmática: Es la hora de contacto directo con la vibración geomagnética de esa energía cósmica posado en su entraña geográfica.

Los iniciados y los convictos con la IDEA DE SABIDURIA adquirida a lo largo de todo este tiempo, profesan la mística experiencia de envolverse como “INICIADOS ESPACIALES” que efectúan concentración mental y baño físico a base de masajes curativos, reconfortantes saunas y caminatas laberínticas que las edificaciones milenarias ofrecen al visitante una TRANQUILIDAD ESTELAR. Otros ya dicen que, desde este santuario, mediante la telepatía pueden comunicarse con seres superiores del espacio sideral.

Con toda evidencia, desde hace 58 años, Cusco ha recibido por mil años la posta cósmica del Tíbet. Así bajo el desborde de esta energía geomagnética cósmica, muchos iniciados han logrado que, su conocimiento crezca cual grandioso vuelo del Cóndor que lo llevará hasta las estrellas más altas del espacio sideral. Esto no es una jactanciosa fantasía imaginaria y ficcionaria como lo hace la entelequia occidental; muchas inteligencias innovadas manifiestan haber logrado ingresar a su capa  Astral Superior (grado de la dimensión del tiempo paralelo) o mediante la concentración mental o físicamente penetran a la entraña profunda de la ciudad megalítica del MACHUPIJCHU. Aquellos viajeros describen que hay un enorme y espaciosa cruzada de canales secos por donde destellan luces etéricas que vislumbran y en cuyo centro se encuentra el TEMPLO DE LA ESFERA O COLOSAL PANTALLA DE TRES ESPEJOS DIMINSIONALES QUE PERMITE AL VISITANTE EL CONTACTO CÓSMICO.

Este mensaje no es para los incrédulos ni para los espíritus débiles; los humanoides que no tienen brújula mental lo tomaran como juego de palabras y hasta lo pueden considerar de un tema fantasioso y aburrido a la vez; pero no pueden negar que saben soñar y cada vez cuando profundamente cierran sus ojos, a base de constantes ejercicios pueden ver la intermiciencia de nubes azules que se manifiesta en su cavidad mental. El ojo del hombre solo sirve para visualizar el campo material de la vida y la naturaleza; el cerebro es el ojo del Universo Cósmico: Y ahora retomamos la prosecución de lo dicho anteriormente.

Nuevamente estamos en el Templo de la esfera o de los tres espejos de la suprema inteligencia cósmica de MACHUPIJCHU: El primer espejo es de CELESTE AZUL CROMADO, desde donde se puede  visualizar todo lo que pasa en nuestro planeta. El segundo espejo es de ORO RADIANTE, desde donde se pueden ver lo que ocurre en nuestra Galaxia de la Vía Láctea con sus diferentes sistemas solares. El tercer espejo está hecho por una aleación de minerales desconocidos, mediante los cuales se intercomunican con todo el Universo sideral. Los llamados OVNIS, desde muchos miles de años siempre ha existido; los alienígenos han dejado sus obras megalíticas en Sacsayhuaman (fortín de los  halcones); Ollantaytambo (Portada sagrada) Pisaj (Valle acrolítico) y MACHUPIJCHU o más conocido esotéricamente como QOYLLURPUKARA MARKA (CIUDAD ESTELAR).

Ciego es aquel que no palpa lo dicho, menos ve lo anunciado; ignorante es aquel que no sabe o ignora lo que es el inconmensurable realidad. Alguien debe responder a este interrogante: ¿En esta parte del tiempo con tecnología de punta, habrá algún profesional muy capacitado para edificar otro Sacsayhuaman?  A finales de 1533; cuando el fraile Vicente de Valverde llegó al Cusco junto con los invasores españoles y subió a la fortaleza inka; al ver aquella maravilla se quedó mudo y atónito, solo balbuceó estas palabras: “OH Dios, lo que ven mis ojos, no es obra de los hombres, es la obra del diablo”.